Dracula

Bela Lugosi

Bela Lugosi

En España somos muy dados a adoptar cualquier fiesta que se nos ponga por delante. Y hay que reconocer que Halloween es una celebración tentadora, a todos nos gustan las golosinas y caramelos, disfrazarnos y ver películas de terror. Al menos a mí sí. Y ya que hemos hablado de disfraces ahora toca el turno de proponer algunas películas para ver durante esa noche, y nada más apropiado que una buena película de miedo. Hay un montón de opciones para elegir pero voy a aprovechar que los vampiros están de moda o, bueno, al menos cierto tipo de vampiros… para recomendar una de las mejores películas de vampiros de toda la historia.

Es cierto que Drácula no es el primer vampiro de la literatura ni la adaptación de Tod Browning la primera película de vampiros pero estas dos obras ayudaron a sentar las bases de un género. Aún hoy se siguen muchas de las normas impuestas por Bram Stoker, al igual que hoy seguimos asociando la imagen del vampiro a la de Béla Lugosi, con su impresionante presencia en pantalla, la capa negra con forro rojo (¡es una película en blanco y negro, pero bueno!), su mirada, francamente inquietante y su peculiar forma de hablar, lentamente, arrastrando las palabras con su peculiar acento.

En la primera parte de la película se ven claramente las influencias estéticas de Browning, cercanas al expresionismo alemán aunque no alcanza el grado de delirio del Nosferatu de Murnau o el Vampyr de Dreyer.

En este fragmento se puede apreciar claramente esta influencia, con el coche de Drácula esperando entre la niebla y la iluminación desde detrás de la escena, dándole un aspecto fantasmagórico, o la impresionante arquitectura del castillo de Drácula, majestuoso a pesar de su estado ruinoso.

En su última parte la película tiene un tono más real, menos onírico y cede todo el protagonismo a Béla Lugosi, que domina completamente todas las escenas en las que aparece, bien sea con su imponente presencia física o con su mirada, convertida en un influjo hipnótico con un ocurrente truco de iluminación.

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La pajarería de Transilvania

Horrífido

Horrífido

La semana pasada escribí una entrada dando unas cuantas buenas ideas para vuestros disfraces de Halloween y hoy continuamos con la temática terrorífica. A lo largo de estos días publicaré unas cuantas entradas relacionadas con la fiesta favorita de los aficionados al terror. Pero Halloween no es sólo una fiesta para pasar miedo si no también una noche para divertirse.

En La pajarería de Transilvania (Dr. Zitbag’s Transylvania Pet Shop) supieron captar a la perfección este espíritu gamberro de Halloween, y por la tienda de Granudo se pasean todos los monstruos clásicos del cine de terror… o más bien, unos cuantos animales inspirados en estos monstruos, como FrankenPulpo, el Conejito Zombi… todos los personajes tienen un guiño a los grandes monstruos de la Universal. Podría considerarse a esta serie una heredera directa de La familia Addams o Los Munster.


If you want a zombie bunny or a pussycat mummy
A vampire froggie or a skeletony doggy
If you want to lease a varemouse or a yeti for your fearhouse
If you crave a Frankensheep or a creature from the deep
Well, there’s a place where you can go, you know?
Where all the crawly creepies are on show!
Oh, yes! Oh, no!

Dr. Zitbag’s Transylvania Pet Shop!
Dr. Zitbag’s Transylvania Pet Shop!

Dr. Zitbag’s Transylvania Pet Shop!

Bien pensado, de esta serie también pueden sacarse muy buenas ideas para disfrazarse… quizá el Doctor Granudo sea un poco aburrido, pero Horrífido, el perro esqueleto, es genial. O las hermanas ExorSister… aunque claro, ellas ya van disfrazadas de la novia de Frankenstein.

Buried

Buried

Buried

Tengo que reconocer que sentía mucha curiosidad por ver cómo Rodrigo Cortés se las había ingeniado para rodar toda una película dentro de un ataúd. Pero, a pesar de ello, también intenté no saber demasiado sobre la película para entrar en el cine sin expectativas engañosas ni prejuicios, algo que es cada vez más difícil.

La premisa de Buried es muy complicada ya que deja al director con unos recursos mínimos para contar una historia, nada más que una caja, un teléfono móvil y Ryan Reynolds, que se enfrenta a un papel increíblemente exigente, ya que carga con todo el peso de la película sobre sus hombros, dentro de una caja que apenas le permite moverse.

Cortés nos mete en la historia desde el primer momento, usando uno de los miedos más básicos, el entierro en vida, un clásico de la literatura de terror desde el magistral El entierro prematuro de Poe. Para ello juega no sólo con la luz si no también con la oscuridad, para meternos en la piel de Paul Conroy, el protagonista, y hacernos sentir su angustia en una sala de cine completamente negra. Empezamos a oscuras y en cuanto se hace la luz comienza una cuenta atrás implacable en la que el terror de ser enterrado vivo se mezcla con el suspense, mientras Paul Conroy intenta desesperadamente salir de la caja.

Cortés ha señalado a Hitchcock como uno de sus principales referentes y es cierto que en Buried ha sabido usar algunos de sus mejores recursos para mantener al espectador en tensión durante toda la película sin salir en ningún momento de la caja. Aquí podemos encontrar ecos de películas como Naúfragos, con un escenario mínimo o  Breakdown, uno de los episodios de Alfred Hitchcock presents en el que un hombre está a punto de ser enterrado vivo.

Las virtudes de Buried no está sólo en el guión de Chris Sparling, si no también en el efectivo ejercicio de estilo de Cortés que sabe dónde colocar la cámara en un espacio tan reducido y usar distintos tonos de luz y profundidad de campo como herramientas narrativas de primer orden.

También resulta interesante como reflejo de la actualidad: Paul Conroy es un caso marginal en la guerra de Irak, lejos de la atención del público, aunque el vídeo de rescate que graba desde su ataúd se convierte en uno de los más vistos en Youtube, pero eso no le sirve de mucho bajo tierra. Y la terrible conversación de Conroy con uno de los jefazos de su empresa es uno de los mejores retratos sobre el mundo laboral que se han hecho en muchos años.


Por último, destacar los títulos de crédito, nada sutil homenaje a Saul Bass y los títulos que creó para Con la muerte en los talones, o el cartel que acompaña esta entrada, claramente inspirado en el de Vértigo (de nuevo Hitchcock).

Ideas para disfraces

Como viene siendo habitual durante los últimos años, la Iglesia ha hecho unas declaraciones un tanto particulares sobre Halloween, la versión «pagana» de la tradicional fiesta de Todos los Santos. Viendo que no podían con su enemigo han optado por unirse a él, y han propuesto que los niños se disfracen de santos.

Cualquiera que conozca un poco la iconografía cristiana sabe que el santoral es una inspiración más que apropiada para una noche tan terrorífica. Tenemos de todo, desde aparecidos, fantasmas hasta muertos que vuelven de más allá de la tumba y un montón de historias sangrientas. Desde aquí queremos proponer unos pocos disfraces, para destacar entre los previsibles disfraces de zombi y crepusculoca. Eso sí, puede que no sean exactamente los más apropiados para niños.

San Sebastián
San Sebastián

En primer lugar, San Sebastián, soldado romano y mártir. A la izquierda podemos ver al peculiar Yukio Mishima con un disfraz muy logrado de la representación clásica del santo asaetado. Espero que tengáis en cuenta que, muy probablemente, en esa noche hará un frío de mil demonios, con lo que este disfraz es sólo apto para interiores.

Santa Ágata

Santa Ágata

Otra posibilidad, más asequible y más apropiada para los fríos días de invierno es un disfraz de Santa Ágata, a la que martirizaron cortando sus pechos y se la suele representar llevándolos en un plato. Una opción similar, quizá menos polémica, es Santa Lucía, representada con un plato en el que lleva sus ojos.  O Santa Engracia, representada con un gran clavo medio metido en su frente.

San Piatone
San Piatone

Un santo que haría las delicias de Tom Savini es San Piatone, representado llevando en las manos parte de su cráneo, como podemos ver en la estampa de la izquierda. Este disfraz deja a la altura del betún cualquier disfraz de zombi medio descompuesto, aunque, claro, ellos lo tendrán más fácil para devorar tu cerebro. También podemos ir más allá y disfrazarnos de San Lamberto, representado decapitado y paseando con su cabeza en las manos (¡más de mil años antes de Sleepy Hollow!). O incluso San Bartolomé, mártir tras ser despellejado vivo y al que se representa con su piel en las manos (se le puede ver en la Capilla Sixtina).

Por último, y desaconsejado por su complejidad y riesgo, tenemos a San Lorenzo, asado vivo sobre una parrilla. También dejamos fuera a aquellos mártires que necesitan demasiada parafernalia para el disfraz, y es que si no tienes un león, tigres u osos te resultará muy difícil imitar a los primeros mártires cristianos que fueron pasto de las fieras en el Coliseo.

A Game of Thrones, la serie

 

Winter is coming

Winter is coming

 

Poco falta ya -primavera temprana de 2011- para que se estrene la serie que traerá a la pequeña pantalla la saga más conocida de George R.R. Martin, y que desde aquí esperamos que sea todo un éxito. Sin embargo, esta entrada no pretende ser un análisis de lo que ya sabemos de la serie, si no de lo que no sabemos de la saga de libros: ¿cuándo seguirá publicándose?

Y es que la fecha de estreno de la serie, no hace más que recordarnos que hace años -¡5 años!- que tuvimos la oportunidad de leer el último libro que se ha publicado de esta cada vez menos maravillosa saga. Al ritmo que Martin escribe sus libros morirá antes de terminarlos la serie televisiva tendrá unos parones que la harán más insufrible, si cabe, que seguir las novelas. ¿Podéis imaginar 5 años entre una temporada de la serie y la siguiente? ¿Qué le habrá pasado a los actores? Los niños serán hombres, los personajes interpretados por ancianos se habrán retirado y las adolescentes serán risueñas madres de familia.

Personalmente apenas recuerdo cómo se quedó la trama de la última novela, y tengo muchas otras cosas que leer antes que retomar las obras de Martin, para que vuelvan a pasar cinco -o más- años entre una y otra. Quizá, cuando las termine todas, me reconcilie con el irresponsable de Martin.

Bueno, ya lo he dicho. No sé qué opinarán los lectores del blog y de Martin pero, yo personalmente, dejé de esperar hace ya bastante tiempo.

Moon

Si el otro día le tocaba el turno a la serie B de alto presupuesto, hoy le llega el turno a Moon de Duncan Jones (conocido también por ser hijo de David Bowie), a la que ya le tenía ganas la verdad.

 

Cartel de la película Moon

Cartel de la película Moon

 

Moon es la historia de Sam, un operario de la corporación Lunar Industries que se hace cargo de una especie de mina de Helio-3 en la cara oculta de La Luna. Tras 3 años en soledad, cuando sólo le quedan dos semanas para reunirse en La Tierra con su mujer e hija, sufre un accidente cerca de uno de los extractores.

 

Cartel alternativo de Moon

Cartel alternativo de Moon, me gusta más el primero.

 

Despierta en la base lunar siendo asistido por GERTY que viene siendo la versión amable de GLaDOS: un robot de asistencia personal para ayudar a Sam durante su dura e importante labor de control y entrega del isótopo. Tras el accidente descubre que uno de los extractores de Helio se encuentra detenido pero la corporación le impide salir a comprobar qué es lo que está pasando. Aun así Sam se las arregla para trasladarse hasta el extractor y hacer un curioso descubrimiento.

 

 

Interfaz emotiva de GERTY en la que muestra emoticonos para transmitir emociones

Interfaz emotiva de GERTY. Os diré que llega a llorar y todo, xP

 

Poco más se puede decir sin revelar nada de la trama y al contrario que en la crítica de Piraña 3D, no me excederé porque vale la pena descubrirlo por uno mismo. Y eso que la película, eso sí, es un tanto predecible.

Moon no es la gran película de ciencia ficción que me esperaba (se le dio bastante bombo en su día) pero si es una buena y entretenida película de misterio. El ambiente «lunar» y futurista es el que la lleva a poder catalogarse de ciencia ficción pero son el drama y el misterio las cualidades principales del guión.

Espero que la disfruteis tanto como yo.

Piraña 3D

Con ganas de ver una peli de monstruos me he puesto hoy a ver Piraña 3D, el remake del clásico del gore Piraña de Joe Dante. Y qué decir, que me ha gustado: hay sangre, topicazos del terror de mosntruos y tetas. ¡Y hasta cuchillas giratorias! Me hubiese gustado verla en 3D pero aquí en Suiza, el cine, y más en 3D, está mu caro.

 

Cartel de la película Piraña 3D

Me encanta este cartel, mejor que el original (en este salen más pirañas)

 

Todo empieza en un pueblo a orillas del lago Vitoria. Un alegre jubilado bebe cerveza en su bote cuando se produce un seismo situado justo bajo el lago que abre una fisura en el fondo. Esta fisura lleva a una gruta submarina donde una pirañas prehistóricas habían aguantado vivas durante 2 millones de años alimentándose de tofu marino (según el Dr Emmec Brown sobrevivieron matándose unas a otras… sí que había, sí). Eso, señores, son ganas de vivir.

Por supuesto las pirañas se meriendan al ya no tan alegre jubilado que ve cómo su bote es engullido por un gigantesco remolino (provocado por la fisura, obviamente) poco antes de caer al agua y ser devorado vivo.

Luego nos presentan al pringao de turno cuya historia es la que nos están contando y vamos, lo típico: chavalín que no se come una rosca, hermano mayor e hijo de la sheriff es engatusado para subir al bote de un director porno, acaban en medio del lago, más tetas, graban alguna escenilla subida de tono, más tetas, el director porno se pone de coca hasta las cejas y por negligencia del mismo acaban hundiéndose asediados por las pirañas… ¡ah! y más tetas. Por algún motivo la chica que le gusta acaba en el mismo bote mientras los chulo-playa de sus compañeros de instituto se quedan en la fiesta de la playa que incluye agua, arena, tios cachas, culos y tetas.

 

 

Una piraña, pero de las de verdad

Una piraña, pero de las de verdad

 

No es que la película tenga muchas sorpresas una vez planteada la situación pero es entretenida. Mis dos escenas favoritas son primero y como siempre me pasa en este tipo de películas, cuando recurren al experto Dr Goodman (Christopher Lloyd) para que le cuenten más sobre una piraña que han encontrado en la espalda de un compañero. Bueno, en su espalda no, más bien en sus omóplatos. La verdad es que disfruto mucho con las explicaciones científicas en las pelis de monstruos.

 

 

Piraña prehistórica

Mira qué cara de mala leche tiene las pirañas prehistóricas de la peli

 

La segunda es (espero) la escena por la que será recordada esta película y no es para menos. Son las fiestas del pueblo (cómo no) y multitud de muchachos y muchachas bailan al ritmo del Dj, beben cerveza y alcohol o participan en concursos de camisetas mojadas sobre plataformas flotantes ignorantes del peligro que los acecha bajo la superficie. Y es entonces cuando se desata la sangría. Y vaya sangría, tanto es así que la promoción de la película se hizo precisamente mostrando esta secuencia de 9 minutos que os enlazo aquí para disfrute de todos. Ojo al momento en que transportan a la piva y esta se parte por la mitad. Atentos a la expresión de ella en plan ¡coño! ¿¡qué haces con mis piernas!?

 

 

Escena de la película que muestra el escenario flotante sobre agua de color rojo

Qué color más raro tiene ese agua...

 

Mención especial requieren la escena en que vemos el miembro cercenado del director porno (Jerry O’Connell) tras haber sido devorado por los peces asesinos; la aparición de la actriz Gianna Michaels y esa escena final dónde se nos revela que estas pirañas no son más que los bebés de otras más grandes, más cabronas y con más dientes.

 

 

La actriz porno Riley Steele y la chica Playboy Kelly Brook en Piraña 3D

Así está el percal en Piraña 3D: la actriz porno Riley Steele y la chica Playboy Kelly Brook

 

Y bueno, me despido en este post animando a los amantes del gore y serie B a que veais la película (procurad pagar poco por ella) y nos contéis qué tal en los comentarios.

Campaña de publicidad explosiva

Hoy, día 10 del 10 del 2010, reconocido por ahí como el día binario definitivo (menos mal que no había informática allá por el año 1010 [que por cierto este número es 10 en binario: cachondeo máximo]), la organización 10:10 ha organizado toda clase de eventos a lo largo y ancho del mundo relacionados con la reducción de las emisiones de carbono. Para el que no lo sepa, esta organización pretende que reduzcamos nuestras emisiones en un 10% de año en año:

Why 10% in a year?

Big tasks are easier if broken up into smaller, manageable pieces – and 10% this year is much more tangible and achievable than, say, 80% by 2050. (…) Cutting our carbon by 10% starting in 2010 is just the first step, of course, but it puts us on the right track.

¿Por qué un 10% en un año?

Las grandes tareas son mucho más fáciles si se rompen en pequeñas y manejables partes – y un 10% para este año es bastante más tangible y posible que, digamos, un 80% para el 2050 (…) Decrementar nuestras emisiones en un 10% para el 2010 es sólo el primer paso, por supuesto, pero vamos por el buen camino.

El caso es que leo en Gizmodo que los señores de 10:10 habían encargado un anuncio  para hacer bombo sobre el día de hoy y el resultado es este:

Pocas veces había visto sanguinariamiento tal en un anuncio televisivo pero me da una idea para buscar y colgar más de estas piezas gore de publicidad por aquí.

Personalmente me parece de mal gusto pero debo reconocer que el detalle de los ojos churreteando por el cristal al final del spot me hizo mucha gracia.

En fin, que no me extraña que fuese censurado en Reino Unido y retirado prácticamente de inmediato.

La larga marcha, de Stephen King

Stephen King

Stephen King

A finales de los años setenta Stephen King ya estaba en lo más alto de las listas de ventas. En 1977 publicó El resplandor que, tras Carrie y El misterio de Salem’s Lot, le confirmó como el mayor escritor de terror del momento. Entonces estaba en una etapa especialmente creativa, quizá espoleado por su desmedida afición por el alcohol y la cocaína. King escribía sin parar pero su editor tenía muy claro que no iba a lanzar más de un libro suyo al año, para no saturar el mercado (ni a sus lectores). King no parecía dispuesto a bajar su ritmo de escritura, así que se sacó de la manga un seudónimo, Richard Bachman, con el que publicó cinco novelas hasta ser desenmascarado en 1985.

Richard Bachman

Richard Bachman

La larga marcha, segunda novela de Bachman, es una novela sobre un espectáculo cruel, la Marcha que da título al libro. En unos  distópicos Estados Unidos, que se han convertido en una dictadura, se organiza esta competición que se ha convertido en el mayor espectáculo del año, seguido en directo por millones de espectadores y miles y miles de espectadores que se agolpan en los arcenas de las carreteras. En ella cien chavales tienen que andar sin descanso, vigilados por unos soldados que se aseguran que no bajan el ritmo por debajo de los 6,5 kilómetros por hora. Cada vez que bajan de esta velocidad reciben un aviso y tras el tercer aviso son ejecutados en el acto. La Marcha no termina hasta que sólo uno de ellos queda en pie. ¿El premio de este macabro concurso? Al único superviviente se le concederá cualquier cosa que pida.

King (o Bachman) usó estas novelas para probar nuevos géneros, como la ciencia ficción, y hacer experimentos formales. La larga marcha es un libro bastante más corto de lo habitual en Stephen King. Si las novelas de King son conocidas por su manera de describir al detalle el contexto en el que se mueven sus personajes, construyendo poco a poco los pueblos en los que habitan y llenándolos de vida, en La larga marcha apuesta por el minimalismo, y sólo vemos el mundo a través de los ojos de Garraty, uno de los marchadores. Sin embargo, consigue crear una realidad de la que apenas vemos un pequeño fragmento pero podemos intuir su complejidad, apuesta por sugerir más que por mostrar. Lo único que vemos de este mundo es la carretera por la que avanzan los marchadores y los únicos personajes que aparecen son un puñado de ellos. Los demás marchadores, los soldados que ejecutan a los rezagados y los espectadores no son más que manchas.

La larga marcha

La larga marcha

King elimina todos los elementos superficiales y se dedica a aquello que mejor ha sabido hacer siempre, crear personajes y hacer que nos sumerjamos en sus pensamientos y su forma de ver el mundo. Seguimos la Marcha a través de Garraty, como testigos privilegiados de la sórdida carrera, sin escatimar en detalles, con descripciones muy gráficas, como las que pediría cualquiera de los espectadores de la Marcha. Avanzamos con ellos, vemos cómo el optimismo inconsciente de todos ellos se va trasformando en desesperación a medida que van cayendo, uno a uno y sentimos el cansancio que se acumula, kilómetro a kilómetro, adaptando el ritmo de la narración al de los marchadores. Pronto el ritmo vivo y lleno de energía y optimismo de los primeros kilómetros se va convirtiendo en una marcha agónica en la que sentimos el tremendo cansancio de Garraty en cada paso.

En esta novela King reflexiona sobre la vieja política del circo y el pan y la fascinación del público por la violencia. Las muertes de los marchadores sirven como catarsis para un país bajo un régimen férreo y una manera de ver satisfechos sus impulsos más bajos de forma controlada. La larga marcha fue escrita en una épco en la que los vigilantes campaban a sus anchas por las pantallas de cine, canalizando las frustraciones de una sociedad inmersa en una de las peores crisis del siglo, con una economía hundida y tasas de criminalidad altísimas, pero hoy sigue estando de plena actualidad, en una nueva época de crisis económica y social en la que la gente vuelca sus frustraciones a través de Gran Hermano y otros realities.

feign

feign

feign

Conocí a Ian Snyder a través de su penúltimo videojuego, Push, un pequeño juego de navegador de mecánica espartana pero adictiva y sencillísimos gráficos pixelados, que esconde un buen puñado de puzzles de dificultad endiablada.

En su último juego, feign, cambia totalmente el registro respecto a Push. En feign no hay colores vivos y se pierde totalmente la clara geometría con que se muestra el escenario del juego y el objetivo que tenemos que cumplir. feign es un gigantesco laberinto que no está construído con pasillos y muros si no con un inmenso espacio vacío en el que carecemos por completo de referencias.

El objetivo del juego es engañoso por que trampea una de las concepciones más básicas que tenemos acerca de los videojuegos, aunque detallar más esto estropearía el sentido del juego (podéis descubrir el truco aquí). Aunque, en este caso, no tiene demasiado sentido hablar de objetivos por que, antes que un juego, feign es una experiencia estética, la experiencia de mirar al abismo.

Snyder juega con algunos de nuestros terrores más primitivos y nos hace experimentar la sensación de estar en mitad de un vacío infinito, un lugar en el que no tenemos ninguna referencia. Nos hace agarrarnos al laberinto por que es el único espacio de medida humana dentro del infinito, el único sitio donde podemos sentirnos seguros.


Además de la experiencia visual merece la pena estar atento a la música, compuesta por un misterioso Brother Android.