Power Balance y hombros dislocados

El otro día, en el Reaper de los Bajos de Argüelles, llegó un colega con el brazo en cabestrillo. A la evidente pregunta de qué demonios le había pasado contesta que estaban «probando» una Power Balance y a la vista de los resultados y entre bromas comprobamos su «eficacia».

Para los que no sepáis lo que es voy a trascribir lo que pone en su sitio web:

¿Qué es Power Balance?

Power Balance es Tecnología de Rendimiento diseñada para cooperar con el campo de energía natural de tu cuerpo. Creado por atletas, Power Balance es un favorito entre los atletas de élite para quienes el equilibro, la fuerza y la flexibilidad son importantes.

¿Cómo funciona el holograma?

Power Balance se basa en la idea de la optimización del flujo natural de energía del cuerpo, similar a los conceptos de varias filosofías Orientales. El holograma en Power Balance está diseñado para resonar y responder al campo de energía natural del cuerpo.

Resulta que, a la mañana siguiente, lo comento con mi hermana que es deportista y me dice que «conoce a gente que le va muy bien». Y yo, en un primer momento, pienso que esa gente es imbécil. Pero claro, al pensarlo bien me doy cuenta de que es posible que esté llamando imbécil a personas que no lo merecen. Supongo que el germen de la imbecilidad se encuentra en la ignorancia, porque uno lee holograma, resonar, flujo de energía, equilibrio y filosofía Oriental en una misma frase y se siente mucho más zen. Luego el ignorante paga 35 pavos por comprar filosofía en potencia y se lo enseña a sus amigos sintiéndose mucho más cool y los colegas del ignorante confían en los que les dice su amigo (total, no gana nada mintiéndoles, si le dice que va bien, por algo será) y lo compran. A esto súmale esa frase publicitaria que afirma «haber diseñado por atletas» pero que omite el «que desean enriquecerse» y ya tienes todo el negocio montado.

Mucho se ha dicho del caso de Power Balance, yo me enteré gracias a este artículo de Maikelnai que os recomiendo leer y me uniré al escarnio del producto de una forma que espero sea entretenida y original. Y es que todo está en el conocimiento de las palabras (al menos en este caso), una cuestión de semántica y connotaciones populares de los términos publicitarios empleados así que os voy a ilustrar usando videos lo que estáis leyendo. Luego lo leeis otra vez a ver si os reís de vergüenza ajena y entendéis mi punto de vista.

Esto es la resonancia:

Esto es un holograma:

Activad la transcripción de subtítulos (último apartado) que es bastante buena. Lo que viene a decir el video es que el holograma es un conjunto de fotografías usando láser sobre la misma película. Es más, podéis ver una simplificación del proceso de creación de un holograma en Wikipedia.

Aquí una muestra de algunos hechos a mano (de manera bastante original) en el siguiente video:

Y la explicación por si quereis perder el tiempo en ello:

Por si las moscas, esto es un láser:

y esto es Pink Floyd, (por si las moscas también):

Volviendo al tema, le toca el turno a equilibrio, fuerza y flexibilidad:

Y por último el campo natural de energía del cuerpo

¡Oh! No hay nada. ¿Y sabeis por qué? Porque no existe.

Podeis buscarlo si os pica la curiosidad y lo que sí vereis será el aura de esoterismo que rodea a todos los videos. A mi, el que más me ha gustado ha sido este (y aun no sé cómo he llegado a él):

Por cierto, el aura o el campo de energía es eso amarillo que brilla alrededor de Goku hacia el final de vídeo.

Ahora leed la descripción y tratad de imaginar cómo una foto 3D vibra en la frecuencia natural de algo que no existe. Chungo, ¿eh?

Por cierto, si queréis probar cosas extrañas, de similar precio y, desde mi punto de vista, algo más útiles (al menos os reiréis un rato) yo os recomiendo esto y esto otro.

Por su puesto mi colega no se dislocó el hombro porque le pusieran una Power Balance pero ahí queda la anecdota.

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Call of Juarez: Bound in Blood

El western es un género que, a diferencia del cine, no ha sido muy tratado en los videojuegos. Si hacemos memoria, nos salen sólo un puñado de títulos, muy pocos en comparación con los shooters ambientados en la Segunda Guerra Mundial o en alguna guerra futurista entre aliens y marines espaciales. Siendo este uno de mis géneros favoritos, tenía bastantes ganas de ponerle las manos encima a este juego, ya que, quitando alguna partida esporádica a Red Dead Revolver, el último juego del oeste al que había jugado era el Sunset Riders.

Al final, este Call of Juarez me ha dejado con una sensación agridulce. Pese a tener una ambientación bastante conseguida y unas cuantas misiones en las que me lo he pasado genial, la extraña forma de hacer avanzar el juego resulta en muchas ocasiones frustrante. Los diseñadores de videojuegos parecen tener un grave problema con el uso de la narrativa, o cómo integrarla en sus juegos, ya que toman como referente el lenguaje del cine, en lugar de buscar un lenguaje propio del videojuego. Y es que cosas que funcionan en el cine, donde el espectador ve la historia de forma pasiva no funcionan en un entorno interactivo, donde el jugador es una parte activa.

De estos recursos, los más utilizados son las secuencias cinemáticas, y ya hay ríos de bits acerca de su uso y abuso en los videojuegos, así que poco más puedo decir: son útiles para disimular tiempos de carga, para explicar detalles puntuales o como forma de poner en contexto al jugador, pero no deberían utilizarse como mecánica para hacer avanzar la trama, por que para eso estamos nosotros. Pero parece que las lecciones dadas por Half-Life han sido poco aprovechadas.

Si ponemos al Half-Life y sus secuelas como referencia de una narración compleja contada sin recurrir a recursos de otros medios y las últimas entregas de la saga Grand Theft Auto como un punto intermedio, Call of Juarez estaría en el extremo a evitar, con todos los vicios y ninguna de las virtudes de estos recursos. Si antes comentaba que el juego tiene algunas partes en la que es realmente disfrutable, el nefasto uso de cinemáticas y otros trucos baratos para contarte la historia del juego consiguen amargar cada uno de sus logros.

Una cinemática con el chupacirios

Una cinemática con el chupacirios

Empecemos no por los recursos para contar la historia, si no por la historia en sí, por que también presenta muchos de los vicios de los videojuegos cuando intentan añadir cierta profundidad narrativa en su desarrollo. En este caso, tenemos la historia de tres hermanos, dos de ellos unos balas perdidas que desertan del ejército de la Confederación al enterarse de que su madre está a punto de morir, y el tercero, un cura, ejemplo máximo de chupacirios. La historia de los dos tarambainas podría haber estado

bastante bien, con sus borracheras y peleas por mujeres, pero cada dos por tres el hermano meapilas trata de impartirnos lecciones de moral y santurronerías, lo que acaba hartando. Es una presencia casi constante, como la sombra de un buitre sobrevolando la carroña, hasta tal punto que en el momento que se supone de mayor dramatismo del juego, su muerte no provoca más que alivio por no tener que volver a escucharlo, lo que sin duda demuestra lo mal que han planteado esta historia los diseñadores del juego.

Que alguien prohiba esta posturita, por Dio

Que alguien prohiba esta posturita, por Dio

La mayor parte de las veces que un diseñador de videojuegos dice haber creado una historia profunda deberíamos huir, y es que casi todos cometen los mismos errores, con su afán de tratar «grandes temas» y dar lecciones de moral, pero sin ser capaces de ir más allá de dilemas donde todo se pinta blanco o negro, héroes de supuesta ambigüedad cortados todos con el mismo patrón, todo pintado con brocha gorda, sin ningún atisbo de sutileza. Este Call of Juarez cuenta una historia que, con generosidad, podemos calificar de vergonzante, con giros de guión vistos mil veces y diálogos que producen sonrojo.

Y si la historia que cuenta produce vergüenza ajena, la forma de contarla produce frustración. Como dije más arriba, pocos diseñadores han sacado lecciones provechosas de Half-Life, y se empeñan en sacar una y otra vez al jugador de la acción, a base de cinemáticas y escenas sobre raíles, produciendo más o menos la misma sensación que si en una película, en mitad de las escenas de acción, metieran un corte, una pantalla en negro diciendo «pulsa un botón para continuar…«. Estos recursos demuestran un desconocimiento brutal del funcionamiento de un videojuego, de cómo lograr la inmersión en un mundo interactivo, llegando a tener fases en las que mediante una aberrante mezcla entre cinemáticas y QTEs parece que estemos viendo en pantalla un elige tu propia aventura con un coste de producción de varios millones de dólares.

Resulta frustrante jugar a un shooter donde cada cierto tiempo tienes que ver cinemáticas que no aportan demasiado a la trama, y que un diseñador con más luces hubiera sabido integrar dentro del juego, pero resulta aún más frustrante cuando el juego toma control de tu personaje, impidiéndote moverte o hacer cualquier cosa, mientras nos fuerzan a mirar alguna acción en la pantalla, sobre todo si es alguno de los diálogos sonrojantes mencionados anteriormente o alguno de los sermoncillos del cura. Tengo que insistir en que esto indica un problema muy grave: no comprender los principios más básicos de los videojuegos, olvidar que si las consolas tienen un mando es para que sea el jugador el que controle a los personajes, y no un guión sobre raíles. Parece que se entiende el uso de la narrativa en los videojuegos como hacer que estos se parezcan al cine, y no se dan cuenta de que no se pueden utilizar recursos de un medio pasivo en un juego, cuya base es la interactividad.

Si tengo que hacer un breve resumen de mi experiencia de juego tras toda esta diatriba, es que es un juego lleno de buenas oportunidades vilmente malgastadas por unos diseñadores totalmente incapaces de escribir una buena historia, ni en papel ni en pantalla. Cuando el juego te da su máximo de libertad, que no es muy grande, ya que los escenarios son totalmente lineales y la mecánica del juego te obliga a avanzar a cierta velocidad si no quieres perder, es un juego muy disfrutable, con montones de enemigos a los que hay que abatir, con la dificultad justa para suponer un reto sin desquiciar al jugador. También me gustaría hablar sobre el diseño de escenarios, bastante logrado, y que te hace sumergirte en el ambiente de los western más clásicos, con sus paisajes monumentales, sus secarrales y sus polvorientos poblados.

Paisaje típico

Paisaje típico

En definitiva, el juego te permite pasar muy buenos momentos y disfrutar como si estuvieras repartiendo plomo y estopa mano a mano con Clint Eastwood o John Wayne, y si se hubieran limitado a pulir los momentos en que se permite libertad al jugador, hubiera resultado un juego excelente. Sin embargo, los diseñadores y guionistas se preocuparon más de interrumpir el flujo de acción, de sacar al jugador de la historia mediante cinemáticas y QTEs totalmente anticlimáticos y, en definitiva, en convertir la experiencia del juego en una serie de momentos frustrantes y exasperantes. Son las buenas posibilidades que se ven tras toda la morralla de narrativa barata lo que hace que el juego deje una sensación aún peor que si simplemente fuera un mal juego.

Si eres el capitán diccionario, esto te va a doler

PROFESOR, BUENAS TARDES SOY, ALUMNA SUYA DE LA CLASE DE MACROECOOMIA DEL DIA MIERCOLES A LAS 6:15, ESTOY RESOLVIENDO EL TALLER PARA EL PARCIAL Y ES QUE NO TENGO CLARIDAD ACERCA DE LA SEGUNDA PREGUNTA, CUALES SON LAS VARIABLES QUE CONTRIBUYEN A ESTUDIAR EL CRECIMIENTO O DECRECIMIENTO DE UN PAIS Y PORQUE, HABER SI ME PUEDE COLABORAR CON ALGUNA BASE DE DATOS PARA CONSULTAR, O ME PUEDE DAR ALGUNAS PAUTAS PARA RESOLVERLAS

MUCHAS GRACIAS

Algo similar a esta perla ha aparecido en mi correo hoy. Solo añadir que el remitente tiene estudios superiores, es hispanoparlante y ,por lo que se ve, tiene un gran odio al idioma que habla, lo que hace que lo maltrate vilmente en cuanto tiene la mínima oportunidad.

Equivocarse

El domingo por la tarde había quedado para pasar un poco el rato y tomar algo, que estar parado es lo que tiene en los fines de semana, o eres un marchoso y no apareces por casa, o eres un ermitaño y te tienen que sacar a patadas, y como yo soy de los segundos, podeis imaginar que patadas ya había recibido.

Salí de casa, y fui hasta la parada del autobus. A los 5 minutos se me puso al lado un chico con unas pintas mezcla de cani y pijo, y como yo soy un hombre lleno de prejuicios, me alejé un par de pasos por si acaso, que para un día que salgo…

Total, que llegó el autobus y no pasó nada. Subí, y como el autobus estaba vacío, me senté detrás, en uno de los asientos con asiento contrapuesto (para poder ir cómodo y poner las pezuñas). El susodicho cani/pijo se sentó al otro lado y se dispuso a hacer lo mismo. Como buen cani que era, se sacó el móvil del bolsillo, y puso música para que todo el autobus la escuchara (el autobusero, una pareja, él y yo). Como buena mezcla de cani/pijo era fachilla, ya que iba escuchando oi! de ese chungo racista y demás.

Yo, que iba bastante cómodo sentadito con las patas estiradas, decidí pasar y ponerme mi música con auriculares. Bueno, pues al cabo de 5 o 6 paradas, y aquí viene lo curioso, el autobusero se hartó, se bajó de su asiento, y se dirigió hacia la parte de atrás del autobus. Bajé mis piernas por si acaso era eso lo que le molestaba. Me miró con cara extraña y me dijo algo. Me quité los auriculares y le pedi que me repitiera, y me dijo:

¿disculpe, puede bajar el volumen de la música?

Me quedé tan anonadado que no le pude decir nada, tan solo le enseñé los auriculares. El otro chico por supuesto bajó el volumen de la música.

Es la primera vez que veo que alguien le dice algo a la gente que va con la música puesta en el móvil, y la primera vez que veo que alguien no sabe lo que son unos auriculares…

Entre el teclado y el asiento

Hoy me he pegado dos horas con un problema técnico en el curro. La situación se resume en este guión adaptado:

– usuario: «no puedo pasar los datos de la empresa del Contasol del viejo ordenador al nuevo»

– técnico: «¿qué es el Contasol?»

– usuario: «un programa de contabilidad gratuito. En el viejo ordenador está la versión 2008. Yo me he bajado la 2009»

– técnico: «ok… a ver, aquí hay un botón de importar luego debe haber uno de exportar…»

– dios (pensando): «mira, qué imbécil, buscando la opción de exportar, kukukuku…»

– técnico: «bueno, no hay ninguno pero he encontrado este otro de copia de seguridad, vamos a hacer una»

– programa_2008: «copia de seguridad realizada con éxito»

Técnico transporta la copia de seguridad al nuevo ordenador con la versión 2009 del programa y le «da a restaurar copia de seguridad».

– programa_2009: «base de datos vieja, si quiere actualizar pague 60 pavos como mínimo para entrar en la zona de usuarios y pillar un actualizador»

– técnico (pensando): «c*br*n*s… «

Técnico instala la versión 2008 en el nuevo ordenador para que sean compatibles

– programa_2008_nuevo: «base de datos demasiado nueva, actualízame zopenco!»

– técnico (pensando): «wtf?»

– dios: «jo, jo, jo…»

Técnico prueba lo contrario, coge una base de datos del ordenador nuevo con el programa de 2008 y se lo lleva al viejo que también tiene el programa del 2008

– programa_2008_viejo: «base de datos demasiado nueva, actualízame zopenco!»

– técnico (en voz alta): «WTF!?»

– dios (partiéndose la caja): «JO JO JO…»

– usuario: «a mi me han dicho que era copiar y pegar»

– técnico (pensando): «pues que venga ese cretino* y lo haga él»

* Ese cretino es un buen amigo mio y me consiguió el curro, pero él sabe que es un cretino al que aprecio

– técnico: «¿donde guardará esto la base de datos…?»

– programa_2008: «C:\Archivos de Programa\Contasol\Datos»

– técnico: «Ah! Bien… y por qué c*ñ* no hay nada? Es más, si ni siquiera existe la carpeta ‘Datos’! «

– técnico: «Aaaaaah, porque está en C:\Contasol\Datos, joder que estupidez»

Técnico mueve los archivos originales de datos del viejo al nuevo ordenador

– programa_2008_nuevo: «base de datos demasiado nueva, actualízame zopenco!»

– técnico: O_____________O

Técnico mueve TODA la carpeta datos que también contiene las bases de datos propias del sistema

– programa_2008_nuevo: «base de datos demasiado nueva, actualízame zopenco!»

– técnico: *_____________*

Técnico mueve, desesperado, TODA la carpeta de instalación del viejo al nuevo

– programa_2008_¿nuevo? «todo funciona de p*t* madre!»

– usuario: ¿ves cómo era copiar y pegar?

– técnico:

Ingeniero en informática
Pincha para ver mi desesperación

– dios: «JUAS, JUAS, JU…» <– técnico: «si te ries una vez más te parto los morros c*br*n!»

continuará (no os quepa la menor duda)…

Mi opinión sobre FDI

Hace tiempo ideé una teoría sobre los tipos de personas que estudiaban informática. De primeras dividí a la gente entre tontos y listos. Lo lógico es que los tontos tardaran siempre más que los listos en terminar la carrera, siempre con algo de esfuerzo por parte de los listos claro. Pero la FDI de la complutense no funciona así, cuando entras aquí las reglas físicas y metafísicas del universo no funcionan. Entonces empecé a catalogar a los tipos de personas de la facultad:
Estan los uberfrikis genios superdotados. Pueden estar sacandose un moco de la nariz, realizando un dibujito sin prestar aparentemente atención a las explicaciones del profesor, y luego parece que tienen los libros metidos dentro de la cabeza, como si se los hubieran comido, asimilando las letras como impulsos nerviosos (… xD). No hace falta que diga que este tipo de personas terminan la carrera en 5 años, incluso estando en otras carreras a la vez (léase matemáticas).
También hay otro tipo de personas que suelen terminar la carrera en 5 años, los «menos listos» que estudian porque sí, es como cuando a un caballo le pones unas viseras para que solo miren hacia adelante. A un «menos listo» le pones un libro delante y lo estudia, luego no le preguntes la razón de por qué la estudió, solo sabe que tiene que estudiar para aprobar y punto, le da igual que eso sirva para algo. Suele ser gente con una vida social un tanto escasa, ya que un «menos listo» para estudiar necesita 23984 horas al día todos los días del año.
Puede que haya alguna persona entre medias de estos dos tipos que tambien acabe en 5 años, pero suelen ser los menos, gente supermotivada que desde pequeños sabían que iban a ser informáticos.
Ahora viene la clasificación de la gente supuestamente tonta, entre la que yo me incluyo (digo supuestamente porque estoy en este grupo claro… xD):
Gente tonta que no sabe que hace en la carrera, que no tiene motivación y que puede acabar la carrera en mas de 20 años si se lo proponen. Este grupo de gente tambien es minoritario, ya que la criba del primer y segundo año suelen ser suficientes (o eso pensaba yo…) como para que o acaben expulsados, o desistan y se vayan por su propio pie.
Y luego la inmensa mayoria, que no es una clasificación en si misma, ya que se incluye gente desde no muy lista hasta muy lista, pero todos con un denominador común: la poca motivación. Aquí es donde yo me incluyo. La poca motivación no viene porque no nos guste la carrera o cualquier cosa relacionada con ella. Lo que no nos gusta es el método de enseñanza. En que cabeza cabría pensar que hay que elegir las clases a las que tienes o no tienes que ir en funcion de lo útiles-inútiles que sean (lo lógico sería ir a todas las clases, porque todas deberían ser interesantes y enseñar algo). Pues aquí pasa, y sé que en otros muchos sitios también. No me voy a poner a clasificar ahora a los profesores, que eso ya daría para varios libros, pero yo puedo contar con los dedos de una mano a los que han conseguido que me pusiera a estudiar con ganas, que atendiera en clase incluso sentándome solo para que no me molestaran. Ultimamente mi motivación está creciendo, pero por factores ajenos a la facultad y lo que hay dentro de ella, y por eso hay gente que tarda 6,7,8… hasta 2389473 años en acabar, depende de la motivación que uno tenga, sobre todo para salir de allí y no ver más a muchos profesores (o por lo menos acabar sólo rodeado de profesores pino).
¿Y que quiero decir con todo esto? Que el sistema educativo español, las universidades y otros centros de enseñanza NO SABEN ENSEÑAR, y esto es un problema muy grave, porque la mayoría de la gente no cultiva motivación y ganas en las macetas de sus casas, y en las universidades por lo menos, la mayoría de la enseñanza es autodidacta. Y los tontos que acaban la carrera en 5 años después de terminar lo mismo no saben ni hacer la o con un canuto, pero tienen su título (titulitis titulitis!!!) al igual que lo tendré yo cuando acabe en quizás 7 años, sabiendo más en todos los aspectos, y no es por tirarme flores, pero es lo que pasa y lo tenía que contar.

(siento el turrón, esto lo escribí hace un par de años y a Jotum le parecía interesante).

maldita matrícula

Ahh… con lo bien que estaba yo viendo Metalocalypse, volviendo a pasarme el GTAIV (algunos preferimos rejugar que el online, mire usté), yendo al cine o viendo pelis y series en casa y maldiciendo a la humanidad en todo momento.

La felicidad no es eterna. Hay que matricularse y con presión, que es el último año (a priori). Es imposible encajar un horario, a pesar de tener solo una asignatura «fija», todo lo demás son optativas y la maravillosa libre elección. Uno no sabe de qué matricularse para no sufrir un tormento innecesario. Mucha gente cree erroneamente que las asignaturas optativas son regalos que nos hacen los dioses a los estudiantes para que podamos vaguear un poco más. Nada más lejos de la realidad. Elegir una optativa «indeseable» a estas alturas de la película puede provocar más ira de la que uno puede soportar después del día de la ira (acaecido el 30 de agosto de 2008 y sobre el que probablemente escriba una entrada… o no). No me quiero imaginar lo que puede pasar si me encuentro de frente con la típica optativa sumidero de tiempo y que encima sea imposible de aprobar (Y no me lo imagino porque creo que lo viviré y entonces ya tendré tiempo de «disfrutar»). Tengo un dolor de año por delante (para variar) y que se vuelva infernal por algo llamado «optativo» me parece una muy mala forma de estropearme la vida. Si mi existencia se tuerce más me alegraría saber que yo no he sido el culpable, aunque no sé muy bien el por qué, satisfacción personal, lo gratificante de poder echarle las culpas a otro… En cualquier caso, benditos sean los protocolos de mensajería instantanea, ya que acaban de arrojar algo de luz al negro futuro que se cernía sobre mí y ahora mi mayor preocupación es que para cuando me toque matricularme (ja ja, ¿pensabais que estaba todo hecho? ¡¡todavía no ha empezado!!) no habrá plazas para nada de lo que tengo medianamente planeado y tocará improvisar, con los riesgos que ello implica.

En fin, que mi primera entrada es una pataleta, qué bién, así no engaño a nadie.