Moorcock, visionario

Una de las principales características de la ciencia ficción es su carácter especulativo y la posibilidad de anticipar no sólo futuros cambios tecnológicos sino investigar que cambios sociales podría traernos el futuro. Por eso, lo menos importante es si un escritor supo predecir algo como Internet o si un libro resulta poco creíble por sus coches voladores o pistolas de rayos sino como estos inventos cambiarían nuestra vida diaria o, incluso, nuestra forma de pensar.

En este sentido, merece la pena repasar el comienzo de The Dancers at the End of Time, de Michael Moorcock:

[…] Having inherited millennia of scientific and technological knowledge it used this knowledge to indulge its richest fantasies to play immense imaginative games, to relax and create beautiful monstrosities. After all, there was little else left to do. An earlier age might have been horrified at what it would have judged a waste of resources, an appalling extravagance in the uses to which materials and energies were put. An earlier age would have seen the inhabitants of this world as “decadent” or “amoral,” to say the least. But even if these inhabitants were not conscious of the fact that they lived at the end of time some unconscious knowledge informed their attitudes and made them lose interest in ideals, creeds, philosophies and the conflicts to which such things give rise. They found pleasure in paradox, aesthetics and baroque wit; if they had a philosophy, then it was a philosophy of taste, of sensuality. Most of the old emotions had atrophied, meant little to them. They had rivalry without jealousy, affection without lust, malice without rage, kindness without pity. Their schemes — often grandiose and perverse — were pursued without obsession and left uncompleted without regret[…]

Quizá no estemos viviendo el fin de los tiempos, aunque constantemente nos bombardeen con mensajes económicos apocalípticos, pero Moorcock acierta plenamente con la apatía con la que sufrimos esta crisis y, también, anticipa uno de los grandes cambios de los últimos años: Internet como algo común en nuestra vida diaria. Pocos de nuestros antepasados podrían imaginar como reaccionaría la sociedad en cuanto el acceso a la mayor colección de conocimiento jamás conocida por la humanidad fuera cuestión de unos clicks. Internet no ha vuelto a la gente más sabia y muy poca gente se interesa por leer, investigar o aprender. Podemos conseguir cualquier cosa de forma inmediata, y el efecto ha sido crear una nueva cultura basada en la metareferencialidad, en macros de imágenes, en chistes, ecos del mundo real que se transmiten mucho más rápido que las noticias. La ironía y el cinismo han sustituído al afán de conocer y al juicio crítico. El sueño de los enciclopedistas genera lolcats.

Postdata: me gustaría señalar como esta entrada enlaza con otra que, a primera vista, no tiene mucho que ver; «Vigilantismo: Taken«. Pero, en el fondo, las dos parten de un origen común, los ecos de la ficción de los años setenta en la ficción actual y es que, al igual que en los años 70, estamos viviendo tiempos «apocalípticos». El cine de vigilantes no es más que un eco de la situación política en ambas épocas. En los 70, tras una época contestataria, el sueño hippie se hundió, dando paso a una generación de descontentos con la política y a la revolución conservadora de Reagan. ¿Acaso no estamos viviendo lo mismo? No hay más que repasar la vida del movimiento 15M y el resultado de las últimas elecciones. Moorcock quiere reflejar el desencanto, la apatía que produce un sistema podrido pero que no podemos cambiar. El cine de vigilantes es un bofetón en la cara: despierta y sal a la calle a arreglar los problemas, aunque sea a hostia limpia.


Aprovecho para recomendar el tumblr donde encontré esta cita: Famous First Words.

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Quinto número de Sci-Fdi

Sci-Fdi 5
Sci-Fdi 5

Tras un largo hiato, vuelve la actividad por este blog y ¿qué mejor manera que hacerlo con este anuncio? Y es que la revista Sci-Fdi ya ha llegado a su quinto número, tras dos años de andadura en la red.

Como siempre, variedad y riqueza de contenidos: nueve relatos y un interesante artículo sobre «El planeta de los simios» que repasa la concepción de la novela de Pierre Boule y su (mucho más conocida) adaptación al cine de 1968.

Para abrir boca, una vez más, un adelanto del editorial de este número. Reivindicamos la ciencia ficción, claro, pero ¿acaso tendríamos que hacerlo? Tras haber dejado atrás las teorías academicistas del siglo XIX y el posmodernismo del XX las barreras entre géneros y el ghetto de la baja cultura debería estar más que superado.

La ciencia ficción como excusa para la crítica social. Grandes escritores, usualmente alejados de la ciencia ficción, han recurrido sin temor a este género para exponer sus ideas sobre un planeta extraño e inhóspito: nuestro mundo.  La afamada escritora de ciencia ficción y premio Nobel de literatura del 2007, Doris Lessing, afirma que entre las obras de nuestro género se esconden algunas de las mejores obras de ficción social de nuestro tiempo. Este es el caso de la novela El Planeta de los Simios, cuya versión cinematográfica constituye un clásico del cine,  a la vez que un referente iconográfico de nuestra cultura. Presentamos en este número un ensayo que nos cuenta las peripecias que sufrió la película antes y durante su realización, a la vez que repasa sus analogías con la sociedad por la que transitamos.

La ciencia ficción, como excusa,  por qué no, para divertirnos. Además del ensayo citado, en este quinto número de nuestra revista os proponemos un viaje en una nave que a ratos recuerda «El Resplandor» de Kubrick (La nave de la discordia),   una visita a la blogosfera, donde os  tropezaréis con esas personalidades réplica que todos llevamos dentro y que a veces toman el control de nuestra mente (Costumbres Olvidadas),  combates espaciales con aroma a pólvora de aventura de piratas (El Bautismo de Pater Operator), o la caverna de Platón en forma de pliegues espacio-temporales (El Viaje). Todo esto completado con cinco nuevos microrrelatos en cuya temática la informática juega un papel central.

Sci-Fdi 4
Sci-Fdi 4

Por desgracia, no anuncié aquí la salida del cuarto número de Sci-Fdi, pero aprovecho ahora para recomendar su lectura. Es un número cargadísimo de contenido: seis relatos enviados por nuestros colaboradores y, además, la colección de ganadores y finalistas de nuestro concurso de microrelatos Byte: pequeñas historias de ciencia ficción en 255 palabras (¡o menos!). El concurso fue un éxito y los humildes editores de Sci-Fdi nos vimos desbordados por un montón de concursantes. Tras muchas rondas de votaciones, discusiones subidas de tono y alguna que otra visita a la sala de urgencias del hospital conseguimos decidir un ganador: David Sigüenza, con su relato «Soltando lastre«, además de un segundo y tercer puesto reñidos y otros trece finalistas, y es que cada uno de nosotros tenía sus propios favoritos. No diré los míos, para que así tengáis que leerlos todos. 😉

¡Verne!

El doodle de Verne

El doodle de Verne

Tal día como hoy, pero en 1828, nacía uno de los escritores más emblemáticos: Julio Verne, y, como no podía ser menos, Google dedica su doodle a Veinte mil leguas de viaje submarino.

Sería interesante ver qué otras posibilidades se les ocurrieron a los chicos de Google para este pequeño homenaje. Y es que en los libros de Verne hay miles de cosas por descubrir. Desde las novelas de aventuras más clásicas hasta historias que sembraron la semilla de la ciencia ficción, Verne supo meter en sus libros la pasión por explorar lo desconocido, sea en una isla misteriosa, el corazón de África o en un laboratorio.

Julio Verne

Julio Verne

¿Hace cuánto que no leéis una novela de Julio Verne? Yo tengo que reconocer que hace muchos años, tras atravesar una etapa en la que leía todo lo que caía en mis manos. En mis estanterías hay almacenadas horas y horas de aventuras: Cinco semanas en globo, De la Tierra a la Luna (y Alrededor de la Luna), Veinte mil leguas de viaje submarino, El faro del fin del mundo, Viaje al centro de la Tierra, El volcán de oro, La caza del meteoro, La vuelta al mundo en ochenta días, El castillo de los Cárpatos, Las tribulaciones de un chino en China, Las aventuras de tres rusos y tres ingleses en el África Austral, Miguel Strogoff, Las indias negras, Un capitán de quince años, El experimento del doctor Ox… e incluso, una novela falsamente atribuída a Verne, Un descubrimiento prodigioso.

Tercer número de Sci-Fdi

Tercer número de Sci-Fdi

Tercer número de Sci-Fdi

¡¡Tres números!! Lo que comenzó como una idea peregrina ya ha superado la crucial prueba del primer año de vida y alcanzado su tercer número. Aquellos que conozcáis el mundillo de las publicaciones amateur y los fanzines a salto de mata sabéis de lo que hablo por que habréis tenido en vuestras manos decenas de números uno que jamás fueron continuados.

Por eso esta pequeña publicación nos llena de orgullo a sus editores, no sólo el hecho de haber conseguido publicar un nuevo número si no también el hecho de recibir comentarios de lectores y un puñado de gente que se interesa en mandar sus colaboraciones.

Sin más dilación, aquí tenéis el enlace al tercer número de Sci-Fdi (versión web) y aquí otro enlace a la versión PDF de este tercer número. Y, para ir abriendo boca, copio aquí parte del editorial

Dice el refrán que no hay dos sin tres, así que para no llevar la contraria a la sabiduría popular os ofrecemos el tercer número de Sci-FdI. Ya ha pasado un año desde nuestro nacimiento y queremos celebrarlo dando las gracias a todos los autores que durante este tiempo han enviado sus trabajos a nuestra revista, así como a todos los lectores que nos animan a seguir adelante con nuestra iniciativa.
Este número echa a andar con siete nuevos relatos, incluyendo además dos ensayos entre los que se encuentra la segunda parte del trabajo presentado en el número anterior por Fernando Bonsembiante sobre el mito de la creación. En esta ocasión, Fernando aborda el mito del fin del mundo y el eterno retorno en diversas películas y sagas cinematográficas de ciencia ficción, como por ejemplo 12 monos, Star Trek o El planeta de los simios.
El número concluye con una entrevista en exclusiva a Miguel Ángel López Muñoz, alias Magnus Dagon, ganador del Premio UPC de Novela Corta y autor de Los siete secretos del mundo olvidado, que nos obsequia en este número con la primera parte de su nueva obra Los Caídos, que se publica de forma gratuita y on-line en la revista NGC 3660.

Moon

Si el otro día le tocaba el turno a la serie B de alto presupuesto, hoy le llega el turno a Moon de Duncan Jones (conocido también por ser hijo de David Bowie), a la que ya le tenía ganas la verdad.

 

Cartel de la película Moon

Cartel de la película Moon

 

Moon es la historia de Sam, un operario de la corporación Lunar Industries que se hace cargo de una especie de mina de Helio-3 en la cara oculta de La Luna. Tras 3 años en soledad, cuando sólo le quedan dos semanas para reunirse en La Tierra con su mujer e hija, sufre un accidente cerca de uno de los extractores.

 

Cartel alternativo de Moon

Cartel alternativo de Moon, me gusta más el primero.

 

Despierta en la base lunar siendo asistido por GERTY que viene siendo la versión amable de GLaDOS: un robot de asistencia personal para ayudar a Sam durante su dura e importante labor de control y entrega del isótopo. Tras el accidente descubre que uno de los extractores de Helio se encuentra detenido pero la corporación le impide salir a comprobar qué es lo que está pasando. Aun así Sam se las arregla para trasladarse hasta el extractor y hacer un curioso descubrimiento.

 

 

Interfaz emotiva de GERTY en la que muestra emoticonos para transmitir emociones

Interfaz emotiva de GERTY. Os diré que llega a llorar y todo, xP

 

Poco más se puede decir sin revelar nada de la trama y al contrario que en la crítica de Piraña 3D, no me excederé porque vale la pena descubrirlo por uno mismo. Y eso que la película, eso sí, es un tanto predecible.

Moon no es la gran película de ciencia ficción que me esperaba (se le dio bastante bombo en su día) pero si es una buena y entretenida película de misterio. El ambiente «lunar» y futurista es el que la lleva a poder catalogarse de ciencia ficción pero son el drama y el misterio las cualidades principales del guión.

Espero que la disfruteis tanto como yo.

Segundo número de Sci-Fdi

Sci-Fdi

Sci-Fdi

Hace ya seis meses que anunciaba por aquí la aparición del primer número de Sci-Fdi, la revista de ciencia ficción de la Facultad de Informática de la Complutense. Y como habíamos propuesto sacar un nuevo número casa seis meses ya era hora de publicar el segundo. Si quereis leerlo, aquí va este enlace al número de julio de 2010 de Sci-Fdi.

El primer número fue toda una aventura, publicado sin saber si iba a ser leído por alguien o fracasaría vilmente pero, afortunadamente, ha tenido una acogida estupenda, con un montón de buenas reseñas en blogs dentro y fuera del fandom español. Además nuestra llamada a la participación ha sido un éxito y hemos recibido un montón de relatos y colaboraciones.

Como toda aventura, ha tenido sus momentos de riesgo. El lanzamiento del primer número tuvo unas cuantas dificultades, al fin y al cabo, éramos novatos en esto de la edición de revistas. En este segundo número los problemas han sido otros, ya que si en el primer número teníamos unos cuantos relatos y artículos preparados de antemano, para este hemos tenido que buscar nuevos colaboradores y llevar a cabo un proceso de selección entre todos los relatos recibidos, cosa nada fácil: tirones de pelo, insultos, apuestas, discusiones rechinando los dientes en habitaciones sombrías, en fin, una auténtica carnicería donde cada editor defendía con uñas, dientes y trucos dialécticos sus relatos favoritos.

Finalmente, llegamos a una solución pacífica, aunque aprovecharé para hacer trampas desde aquí y decir que mis relatos favoritos son Paulina, de Laura Ponce y Simeón el estilita, de Mario García Bartual. Pero el resto también son buenos relatos, si no no estarían ahí. Y no sólo relatos. En el primer número tuvimos un excelente ensayo sobre Ballard escrito por Miguel Valero, y ahora tenemos uno sobre otro de los titanes de la ciencia ficción, Ray Bradbury, y su etapa como colaborador con la editorial de cómics EC escrito por Emilio Fernández. Y, amigos, el autobombo es cosa fea, pero ya que estoy metido en harina recomendaré la lectura de mi colaboración con la revista: un articulillo sobre 2010, Odisea dos. En principio iba a limitarme a participar como editor, pero una de las colaboraciones con las que contábamos para la revista se cayó a última hora, así que tuve que ponerme las pilas y, en apenas tres o cuatro días, releer la novela de Clarke y escribir un texto de casi 3.000 palabras. Si os gusta este texto, achacadlo a mi genialidad y si os parece deleznable, achacadlo a la prisa con la que fue escrito.

Espero que disfruteis de este nuevo número de nuestra revista, y que dentro de seis meses aparezca un tercero.

Sci-Fdi

Sci-Fdi

Sci-Fdi

Desde hace unos días está ya disponible el primer número de Sci-Fdi, una revista de ciencia ficción publicada desde la Facultad de Informática de la Complutense, en la que hemos colaborado Lodr y yo. La revista está centrada en los relatos breves, pero también pueden encontrarse interesantes artículos de ensayo. En concreto, este primer número está dedicado a Ballard. Y si todo esto no fuera reclamo suficiente, un artículo de presentación escrito por el mismo Miquel Barceló. Desde aquí no podemos si no recomendar su lectura y no por nuestra participación en ella (en parte sí :p ) si no por sus contenidos. Podeis leer el primer número aquí.

Distrito 9

A estas alturas ya han corrido ríos de tinta (y sobre todo de bits) sobre Distrito 9. Hemos leído sobre la ingeniosa campaña publicitaria, y a mucha gente reclamándola como una película de ficción «seria», por su tratamiento de ciertos temas sociales. Sin embargo, creo que ese punto de vista es erróneo: se basa en una divisón entre alta y baja cultura que implícitamente relega a la ciencia ficción a un lugar intrascendente, que tiene que excusarse y pedir permiso para poder ser algo serio. Tratar de resaltar el pretendido mensaje de Distrito 9 como un valor en sí mismo es empezar con mal pie.

Y es que, alienígenas aparte, el mensaje de Distrito 9 es algo que ya hemos visto muchas veces. Hay decenas, por no decir centenares, o miles, de películas con la misma historia sobre el valor de comprender al extraño. ¿Cambia este mensaje el hecho de estar ambientada en Sudáfrica?¿Es esta película mejor por ser una poco velada crítica al apartheid? En el momento en que esta película trata esos temas es cuando es más fallida, por lo simplista y exagerado de la metáfora.

Los aciertos de esta película no están ahí, a pesar de ese comienzo como falso documental (mockumentary). Esta primera parte de la película sirve como retrato de la situación, como una herramienta para contarnos un montón de cosas sin tener que recurrir a un narrador. Este comienzo como documental es más un recurso narrativo que un mensaje ideológico. Tratar de reclamar seriedad de esta película a raíz de lo que nos cuentan aquí es un error, y un síntoma de no haber entendido demasiado bien la película, por que por mucha imagen con grano o cámara al hombro, muchas de las escenas son claramente paródicas. Y es que el único momento en que la película se toma en serio a sí misma es cuando se abandona la cámara al hombro, y se convierte en una peli de acción pura y dura, sin perder por ello el sentido del humor.

¿qué hago con este trabuco?

¿qué hago con este trabuco?

Por eso nos tiene atados a la butaca las casi dos horas que dura, y por eso nos lo pasamos genial cada vez que alguien es vaporizado con un arma alienígena. Es perdonable alguna concesión al videojuego, con un par de escenas de aire shooter, y es de agradecer que se evite la cámara al hombro, tan de moda y tan mal usada, durante toda esta parte de la película, ganando así en ritmo, y, sobre todo, en no cansar al espectador.

Distrito 9 es una gran película de ciencia ficción, y una gran película de acción. Esos son sus méritos, y son más que suficientes por sí mismos como para convertirla en una de las opciones más interesantes de la cartelera actual, sin necesidad de tener que disfrazarla bajo una capa de alta cultura.

Fragmentos de la Enciclopedia Délfica

Fragmentos de la Enciclopedia DélficaLa ciencia ficción, además de darnos emocionantes aventuras interestelares, es un género muy apropiado para reflexionar acerca del ser humano. En nuestro mundo cotidiano todo está hecho a nuestra medida (como diría N: «El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.«) y resulta mucho más difícil analizar al hombre y sus sociedades desde dentro. La ciencia ficción nos permite mirar a la humanidad desde la distancia, y desde ahí se pueden sacar reflexiones muy interesantes: fueron necesarios unos robots díscolos para que viéramos qué significa ser un humano.

En Fragmentos de la Enciclopedia Délfica Miguelanxo Prado nos cuenta la historia futura de la humanidad mediante pequeños relatos, autoconclusivos e independientes, pero de cierta manera hilados unos con otros, de la misma manera en que en cada capítulo de las Fundaciones de Asimov se nos cuenta una pequeña parte de la historia del Imperio Galáctico y su caída. Cada una de estas pequeñas historias que componen el cómic es una reflexión sobre el hombre y su historia. No sólo el cómic consigue narrar miles de años de una historia futura de forma que unos pequeños esbozos te permitan contemplar toda la historia, si no que cada uno de ellos transmite una enorme belleza, una extraña sensación de melancolía y tristeza, por ver cómo la humanidad está condenada a repetir sus errores, y también esperanza, por que dentro de cada persona sigue viva la grandeza de nuestra especie. Una maravilla imprescindible para cualquier amante del cómic y de la ciencia ficción.