Stone Axe II

Si echáis un vistazo a la sección de música de este blog vereis que la mayoría de grupos son de ese género que podríamos llamar rock setentero. Pero si mirais con más atención veréis que no sólo hay grupos de los setenta, si no que también hay unos cuantos grupos actuales que siguen haciendo música como en aquellos años.

Stone Axe II
Stone Axe II

Stone Axe es uno de esos grupos, e incluso había hablado de su primer disco por aquí. En su debut dejaban muy claras sus influencias, con un cantante que bien podría pasar por David Coverdale, la Serpiente Blanca. En este segundo disco las influencias y referencias se multiplican, añadiendo un montón de cosas a esa base blues del primer disco, desde toques folk hasta algo de progresivo, como en la última canción del disco, «Turned to Stone», con su órgano Hammond y su mellotron. También podemos encontrar canciones que homenajean a un grupo en concreto, como «Those Were the Golden Years», que suena totalmente a Thin Lizzy, en el que Dru Brinkerhoff, el cantante, cambia totalmente de registro, de Coverdale a Phil Lynott, o «We Know It’s Still Rock ‘N’ Roll», donde recuerda un montón al bueno de Bon Scott.

Stone Axe recuperan unas cuantas buenas costumbres setenteras que parecían perdidas en la música de las últimas decadas, empezando por cómo crean sus discos, como una unidad que se escucha de principio a fin, sin fisuras, en lugar de pensar en hacer canciones sueltas. Y siguiendo con los excesos instrumentales propios de gente como Jimmy Page, y es que la música de Stone Axe está hecha entre dos: Dru Brinkerhoff, que pone las voces y Tony Reed, que hace el resto. Parece increíble cómo puede tocar con igual soltura la guitarra, el bajo, la batería, un Hammond o lo que se tercie.

Si te gustan Led Zeppelin, Deep Purple, Cream, Whitesnake, Jethro Tull o cualquiera de los grupos que he mencionado más arriba, estás tardando en escuchar este disco y aunque  aún no está disponible en Spotify ni hay videos en Youtube, podeis escuchar alguna canción en su MySpace, o bien hacer una búsqueda en Google 😉

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Blue Öyster Cult

En este blog ya nos hemos declarado fans del rock setentero y del heavy rolero bien entendido. Blue Öyster Cult reunen las dos características.

Es una de esas bandas que no son muy conocidas por aquí, quizá por haber tenido una trayectoria un tanto errática desde los años ochenta, pero tienen una de esas discografías incontestables, con un buen puñado de discos sin una canción mala, y unas cuantas canciones que han pasado a la cultura popular. Y, siguiendo con la cultura popular, a nada que nos fijemos, están por todas partes: fueron pioneros en el uso del umlaut (¡sí, antes que Motörhead!), protagonizan uno de los sketches más famosos del Saturday Night Live, Homer se reconoce también como fan en Los Simpson… podríamos seguir así un buen rato. ¿os acordais de cómo se llama el bar gay de Loca Academia de Policía? Y más recientemente, en Zombieland se los escucha en una de las mejores escenas.

¿Y el aspecto rolero? Blue Öyster Cult aventaja a cualquier grupo de chavales que glose las aventuras de Tanis el semielfo. Ellos tienen varias canciones escritas por el mismísimo Moorcock, entre ellas Black Blade (más abajo podeis oírla), sobre Elric de Melnibone. ¿Qué hay más rolero que tener a uno de los mejores escritores de fantasía escribiéndote canciones?

Si ya conocías a los BÖC espero que esta entrada te sirva para conocer algo nuevo de ellos. Al fin y al cabo, su influencia fue enorme y se pueden encontrar referencias por todas partes. O, si no has aprendido nada, nunca es mal momento para recuperarlos. Y si no los conocías, enhorabuena, acabas de descubrir a un grupo increíble… ¡disfrútalo!

Grand Funk Railroad

¿No conocéis a Grand Funk? ¿Las letras descamisadas de Mark Farner? ¿El bajo quebrantahuesos de Mel Schacher? ¿La habilidad a la batería de Don Brewer?

Homer Simpson, machacapunkis

Injustamente poco conocidos en nuestro país, Grand Funk Railroad son una grandísima banda de rock setentero, con un buen puñado de grandes discos a sus espaldas. Tocando normalmente como un power trio, con los tres miembros mencionados por Homer y el acompañamiento puntual de Craig Frost al teclado, supieron crear una música con un estilo muy personal, claramente reconocible. Su disco más conocido es We’re an American Band, toda una declaración de intenciones. En este disco no hay demasiado lugar para los desvaríos solistas tan frecuentes en los años setenta. En lugar de ello, encontraremos un sonido compacto. Podría tratar de describir cómo suena Grand Funk, pero me limitaré a la cita de más arriba.