Esta mañana he leído en El País, un artículo acerca de las condiciones laborales que sufrimos muchos españoles. Parece ser una norma extendida en las empresas españolas: que la gente se quede allí el mayor número de horas posible. Empresas en las que «se valora mucho el compromiso con la empresa», lo que se traduce en que te quedes allí hasta que te echan las de la limpieza para cubrir unos objetivos que están fuera de rango. Las empresas de este país deberían mirar fuera y aprender que no pueden utilizar a los trabajadores como mano de obra esclava. Nos encontramos en la época del trabajador del conocimiento, para el que una jornada laboral más larga no se traduce en un incremento de la calidad del servicio o producto. La gente quiere y debe querer trabajar para vivir, y no al contrario. Las empresas en las que la mayor parte de la plantilla es workaholic, cuya jornada laboral media está en las 12 horas diarias (porque están comprometidos con la empresa, no lo olviden), constituyen un paradigma de empresa enferma. No me entendáis mal, estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que si puntualmente para completar un proyecto hace falta quedarse un par de días algunas horas extra, podemos hacerlo sin mayor reparo; lo que no debería tolerarse es que eso sea lo habitual, sobretodo cuando nadie remunera las horas extra.
Si mirasen un poco hacia fuera encontrarían países como Francia, donde la jornada laboral es de 35 horas y no de 40 como en España. Y no creo que las empresas francesas produzcan menos o peor que la españolas (por mucho que los españoles desprecien a los franceses). Verían lugares como Alemania, donde está literalmente mal visto hacer horas extra, ya que se considera que el trabajo estaba mal planificado y/o repartido o que tus capacidades no son las adecuadas para el puesto. O verían ejemplos como Finlandia, como en esta noticia de 2007:
Según la quinta edición del estudio “Indicadores clave del mercado laboral” publicado en septiembre de 2007 por la Organización Internacional del Trabajo del Trabajo (OIT), la productividad del trabajo finlandesa se ha acercado a la de los EEUU, donde la jornada laboral media por empleado es más larga y el período vacacional más corto en comparación con Finlandia.
Pruebas todas ella de que un trabajador motivado y contento, que no arrastra el cansancio de jornadas laborales eternas es capaz de rendir lo mismo y más que un trabajador agotado y quemado del trabajo que está allí doce horas diarias. Existe una tendencia creciente entre los nuevos profesionales (gente recién licenciada o con poca experiencia laboral) a preferir tener más tiempo libre, mejor horario o vacaciones que a ganar más dinero, y es que el dinero no da la felicidad, máxime cuando no tienes tiempo para disfrutar de él. Sin embargo, si en una entrevista se te ocurre comentar algo de esto el entrevistador te mirará raro (o mal, según quien sea) y creerá empezar a detectar una «falta de compromiso con la empresa y sus objetivos». Además, como se puede leer en El País:
Otro rasgo en común de este ámbito laboral es la falta de ilusión, de motivación e incluso de interés por el trabajo que se desempeña a lo largo del día. Muchos profesionales reconocen que no saben cuál es su función ni su cometido, y otros, debido al cansancio acumulado, van literalmente arrastrándose por los pasillos.
A mí me gusta mi trabajo, me gusta lo que hago, es además de mi trabajo mi hobby y lo hago cuando tengo un rato libre en casa. Sería muy triste que por mentalidades explotadoras como las citadas acabase aborreciendo algo que me ha gustado desde siempre. Leed el artículo completo, os lo recomiendo.
[+] Explotación Remunerada, El País: http://www.elpais.com/articulo/carreras/capital/humano/Explotacion/remunerada/elpepueconeg/20100314elpnegser_5/Tes
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