Frodo, Don’t Wear The Ring

En cada episodio de Flight of the Conchords se puede encontrar una auténtica joya del nerdismo. Pero, sin lugar a dudas, esta canción es la que se lleva la palma.

Y no sólo por como Gimli rockea duro con su hacha, aunque en el pequeño fragmento entre 0:25 y 0:40 hacen un temazo por el que muchos grupos matarían… ¡ojalá hicieran una versión más larga! Quizá una obertura en siete partes, con laúdes, oboes y un viejo recitando pasajes del libro. Ah, no, eso es lo que siempre critico del heavy rolero, y precisamente una de las cosas que me gustan de Flight of the Conchords: cada canción está formada por pequeños pedacitos de mil géneros distintos, aprovechando los topicazos de cada uno de ellos.

Pero lo mejor de todo este asunto no es hacer una de las mejores canciones sobre El señor de los anillos que haya escuchado, si no el rocambolesco fandom alrededor del personaje que Bret interpreta en las películas, Figwit (wiki). Apenas aparece unos segundos en la escena del Concilio de Elrond, pero causó tal sensación que Peter Jackson lo incluyó en El retorno del rey, e incluso tendrá una aparición en la próxima adaptación de El hobbit.

Hey, Gandalf, nice dress!!

Otra entrega en la serie de heavy rolero bien entendido ¡basta ya de Rhapsody! Si te cansan las canciones llenas de arreglos hasta el absurdo, los gorgoritos y te da vergüenza ajena ver los pósters de tus grupos favoritos quizá disfrutes con Red Fang. Están en el punto intermedio entre el cazurrismo y el nerdismo más irredento. Y es que se pueden beber latas y latas y latas de cerveza y seguir disfrutando de un buen LARP… O incluso currarte un buen cosplay con una armadura hecha con latas de Tecate o Guiness. Muchos grupos deberían tomar buena nota y no dejarse cegar por la última novela de Dragonlance: no se necesitan canciones de siete partes de quince minutos, ni meter violines (¡y mucho menos laúdes, o clavicordios!). Se puede hacer una canción con espíritu rolero (y mucha más caña) en menos de tres minutos.

Como dicen en los comentarios del vídeo:

Chain mail nerd: Hal..
Viking nerd: Call me Gorg.
Chain mail nerd: Ok, Gorg, look, it’s not about the hit points right now, I’m just trying to work on my swordsmanship.
Viking nerd: Totally OOC (out of character) dude.
Chain mail nerd: Sorry, look, this chain mail doesn’t cover all of me, I have emotions still.
Red Fang: Hey! Gandalf! Nice dress!
All the nerds: Three finger salute (ctrl+alt+del)!!!


Siempre es buena ocasión para enlazar las fuentes originales: Heavy rolero, hetero y soltero y Heavy, Rolero, Soltero y Hetero 2: tirada de iniciativa.

Moorcock, visionario

Una de las principales características de la ciencia ficción es su carácter especulativo y la posibilidad de anticipar no sólo futuros cambios tecnológicos sino investigar que cambios sociales podría traernos el futuro. Por eso, lo menos importante es si un escritor supo predecir algo como Internet o si un libro resulta poco creíble por sus coches voladores o pistolas de rayos sino como estos inventos cambiarían nuestra vida diaria o, incluso, nuestra forma de pensar.

En este sentido, merece la pena repasar el comienzo de The Dancers at the End of Time, de Michael Moorcock:

[…] Having inherited millennia of scientific and technological knowledge it used this knowledge to indulge its richest fantasies to play immense imaginative games, to relax and create beautiful monstrosities. After all, there was little else left to do. An earlier age might have been horrified at what it would have judged a waste of resources, an appalling extravagance in the uses to which materials and energies were put. An earlier age would have seen the inhabitants of this world as “decadent” or “amoral,” to say the least. But even if these inhabitants were not conscious of the fact that they lived at the end of time some unconscious knowledge informed their attitudes and made them lose interest in ideals, creeds, philosophies and the conflicts to which such things give rise. They found pleasure in paradox, aesthetics and baroque wit; if they had a philosophy, then it was a philosophy of taste, of sensuality. Most of the old emotions had atrophied, meant little to them. They had rivalry without jealousy, affection without lust, malice without rage, kindness without pity. Their schemes — often grandiose and perverse — were pursued without obsession and left uncompleted without regret[…]

Quizá no estemos viviendo el fin de los tiempos, aunque constantemente nos bombardeen con mensajes económicos apocalípticos, pero Moorcock acierta plenamente con la apatía con la que sufrimos esta crisis y, también, anticipa uno de los grandes cambios de los últimos años: Internet como algo común en nuestra vida diaria. Pocos de nuestros antepasados podrían imaginar como reaccionaría la sociedad en cuanto el acceso a la mayor colección de conocimiento jamás conocida por la humanidad fuera cuestión de unos clicks. Internet no ha vuelto a la gente más sabia y muy poca gente se interesa por leer, investigar o aprender. Podemos conseguir cualquier cosa de forma inmediata, y el efecto ha sido crear una nueva cultura basada en la metareferencialidad, en macros de imágenes, en chistes, ecos del mundo real que se transmiten mucho más rápido que las noticias. La ironía y el cinismo han sustituído al afán de conocer y al juicio crítico. El sueño de los enciclopedistas genera lolcats.

Postdata: me gustaría señalar como esta entrada enlaza con otra que, a primera vista, no tiene mucho que ver; «Vigilantismo: Taken«. Pero, en el fondo, las dos parten de un origen común, los ecos de la ficción de los años setenta en la ficción actual y es que, al igual que en los años 70, estamos viviendo tiempos «apocalípticos». El cine de vigilantes no es más que un eco de la situación política en ambas épocas. En los 70, tras una época contestataria, el sueño hippie se hundió, dando paso a una generación de descontentos con la política y a la revolución conservadora de Reagan. ¿Acaso no estamos viviendo lo mismo? No hay más que repasar la vida del movimiento 15M y el resultado de las últimas elecciones. Moorcock quiere reflejar el desencanto, la apatía que produce un sistema podrido pero que no podemos cambiar. El cine de vigilantes es un bofetón en la cara: despierta y sal a la calle a arreglar los problemas, aunque sea a hostia limpia.


Aprovecho para recomendar el tumblr donde encontré esta cita: Famous First Words.

Quinto número de Sci-Fdi

Sci-Fdi 5
Sci-Fdi 5

Tras un largo hiato, vuelve la actividad por este blog y ¿qué mejor manera que hacerlo con este anuncio? Y es que la revista Sci-Fdi ya ha llegado a su quinto número, tras dos años de andadura en la red.

Como siempre, variedad y riqueza de contenidos: nueve relatos y un interesante artículo sobre «El planeta de los simios» que repasa la concepción de la novela de Pierre Boule y su (mucho más conocida) adaptación al cine de 1968.

Para abrir boca, una vez más, un adelanto del editorial de este número. Reivindicamos la ciencia ficción, claro, pero ¿acaso tendríamos que hacerlo? Tras haber dejado atrás las teorías academicistas del siglo XIX y el posmodernismo del XX las barreras entre géneros y el ghetto de la baja cultura debería estar más que superado.

La ciencia ficción como excusa para la crítica social. Grandes escritores, usualmente alejados de la ciencia ficción, han recurrido sin temor a este género para exponer sus ideas sobre un planeta extraño e inhóspito: nuestro mundo.  La afamada escritora de ciencia ficción y premio Nobel de literatura del 2007, Doris Lessing, afirma que entre las obras de nuestro género se esconden algunas de las mejores obras de ficción social de nuestro tiempo. Este es el caso de la novela El Planeta de los Simios, cuya versión cinematográfica constituye un clásico del cine,  a la vez que un referente iconográfico de nuestra cultura. Presentamos en este número un ensayo que nos cuenta las peripecias que sufrió la película antes y durante su realización, a la vez que repasa sus analogías con la sociedad por la que transitamos.

La ciencia ficción, como excusa,  por qué no, para divertirnos. Además del ensayo citado, en este quinto número de nuestra revista os proponemos un viaje en una nave que a ratos recuerda «El Resplandor» de Kubrick (La nave de la discordia),   una visita a la blogosfera, donde os  tropezaréis con esas personalidades réplica que todos llevamos dentro y que a veces toman el control de nuestra mente (Costumbres Olvidadas),  combates espaciales con aroma a pólvora de aventura de piratas (El Bautismo de Pater Operator), o la caverna de Platón en forma de pliegues espacio-temporales (El Viaje). Todo esto completado con cinco nuevos microrrelatos en cuya temática la informática juega un papel central.

Sci-Fdi 4
Sci-Fdi 4

Por desgracia, no anuncié aquí la salida del cuarto número de Sci-Fdi, pero aprovecho ahora para recomendar su lectura. Es un número cargadísimo de contenido: seis relatos enviados por nuestros colaboradores y, además, la colección de ganadores y finalistas de nuestro concurso de microrelatos Byte: pequeñas historias de ciencia ficción en 255 palabras (¡o menos!). El concurso fue un éxito y los humildes editores de Sci-Fdi nos vimos desbordados por un montón de concursantes. Tras muchas rondas de votaciones, discusiones subidas de tono y alguna que otra visita a la sala de urgencias del hospital conseguimos decidir un ganador: David Sigüenza, con su relato «Soltando lastre«, además de un segundo y tercer puesto reñidos y otros trece finalistas, y es que cada uno de nosotros tenía sus propios favoritos. No diré los míos, para que así tengáis que leerlos todos. 😉

«Y quería hacer el amor con el alienígena»

Foto de la edición especial que estaba viendo
Foto de la edición especial que estaba viendo

¿Que qué es eso? Eso me gustaría saber a mi. En estos momentos me tomo un parón en el visionado de los extras de Alien Anthology. En particular, estaba viendo Aliens, la segunda parte y, para mí, la última.

Después de esta parte 2, todo se desmadra y siempre había pensado que el resto de las pelis eran peores porque no las supieron abordar buenos guionistas o directories… pero no: Alien 4 es de Jean-Pierre Jeunet (Amelie, La Ciudad de los Niños Perdidos, Delicatessen…) y Alien 3 de David Fincher (Seven, El Club de la Lucha, La Red Social…) y en cuanto a los guionistas, pues en Alien 4 es Joss Whedon (Buffy, Firefly…), que se dice pronto.

 

Edición Especial Limitada con figurita
Edición Especial Limitada con figurita. Sinceramente no me gusta mucho.

 

Sabía, no obstante, que Sigourney Weaver había tenido un papel relevante en la producción y que muchas de sus exigencias se habían satisfido en las películas 3 y 4 pero ha sido viendo los comentarios de James Cameron de 2003 al respecto de su película cuando me ha quedado todo claro y transcribo literalmente de los subtítulos en Español:

En nuestra primera reunión, me hizo bastantes preguntas. [Sigourney] Quería morir en la película, no quería utilizar armas y quería hacer el amor con el alienígena. Entre la tercera y la cuarta entrega, consiguió hacer lo que quería.*

¿Querías morir en esta peli? La cuarta demostró que no hubiera servido de nada.

¿No quería llevar armas? Bueno, son marines, es lo que hay.

¿Que querías hacer el amor con el alienígena? ¿WTF? Si hubiera dicho de ser violada por el alienígena… así se explica el newborn y esa extraña relación Ripley / engendro.

Figurita del Newborn
Figurita del Newborn. Miradlo (o miradla, no estoy seguro de qué es esa inflamación que tiene entre las caderas), es que ni su madre podría quererlo.

Ahí lo llevas maja

Me vuelvo a la peli.

* Esta parte está a 1hora y 44 minutos del comienzo en el montaje de la edición especial.

Octava Muestra SyFy (II)

El otro día comenté la cartelera del viernes en la Muestra SyFy, y hoy toca hacer un breve repaso a las películas del sábado.

I Saw the Devil
I Saw the Devil

La tarde comenzó con I Saw the Devil, una de las películas que más ganas tenía de ver en este festival. Y vaya manera de despertar a los espectadores que se metieron al cine en la hora de la siesta. Park Chan-Wook exploró a fondo el tema de la venganza en su trilogía particular pero Kim Ji-Woon es capaz de llevar la crudeza un paso más allá. En esta ocasión Choi Min-Sik se mete en la piel del psicópata Kyung-chul, que se ve envuelto en un juego del ratón y el gato al que le somete Soo-hyun, el prometido de una de sus víctimas. A lo largo de la persecución se analiza el precio que Soo-hyun tiene que pagar para llevar a cabo su venganza, en la que busca hacer sentir a Kyung-chul el mismo miedo y dolor que sufrió su prometida. Sin embargo, Kyung-chul es incapaz de sentir nada, Soo-hyun se enfrenta a algo que no es humano, una representación del mal y en el proceso tendrá que convertirse en algo como él. Sin lugar a dudas, una de las películas del festival, dirigida con brío y con un tratamiento completamente descarnado de la violencia, abundante en primeros planos en unos cuantos momentos particularmente escatológicos.

Captifs
Captifs

Tras lo alto que había dejado el listón I Saw the Devil el resbalón que supuso Captifs fue aún peor. Una película inane, con algunos puntos en común con Cherry Tree Lane. En este caso, en lugar de inmigrantes barriobajeros tenemos otro de los prototipos del horror para el europeo promedio, el mafioso balcánico, curado de espanto tras años de guerras y con muy poco aprecio por la vida propia y menos por la ajena. Tras unos momentos de mínima tensión mientras se despliega la trama del secuestro (mujeres al borde de un ataque de serbios) pasamos a una serie de escenas rutinarias en la que los protagonistas tratarán de escapar de su cautiverio. Sin embargo, estos intentos están tan tristemente planteados que, al menos a mí, me sacaron completamente de la película. Y es que es muy difícil mantener la emoción de una historia en la que no nos importa lo más mínimo lo que le pase a los personajes. Podría rescatar el competente trabajo del director: sabe dar ritmo y emoción a las pocas escenas que la tienen pero el guión lastra completamente la película, de tan previsible y tan lleno de lugares comunes, además de un par de escenas con un tono melodramático completamente forzado que deja un regusto amargo.

Giallo
Giallo

La siguiente película fue uno de los puntos álgidos del festival, aunque podríamos decir que lo fue por las razones equivocadas. Poco hay que decir de Giallo. Mejor dicho, poco bueno hay que decir de Giallo, por que la lista de pifias de este despropósito sería demasiado extensa. Desde un guión absurdo, lleno de escenas adocenadas a las interpretaciones impostadas de casi todos los personajes, con un Adrien Brody sumergido de lleno en el ridículo y Elsa Pataky… bueno, no hay que cargar mucho las tintas contra la pobre mujer, hace un papel nefasto pero ¿qué esperábais? Por no hablar de la labor de Argento dirigiendo esta pesadilla. Un festival de zooms chuscos y movimientos torpes de cámara. Al menos la gente se tomó con humor la película y los aplausos y audiocomentarios hicieron que Giallo fuera una de las películas con las que más me divertí del festival.

Hatchet 2
Hatchet 2

Para terminar la programación del sábado (sin contar la sesión de Trash entre amigos) teníamos Hatchet 2. Ya hablé por aquí de Hatchet, un slasher paródico muy divertido, lleno de humor negro, ya sea a través de una violencia desfasadísima o una galería de personajes a cada cual más lamentable. Hatchet aprovechaba todos los tópicos del género para hilvanar un montón de escenas divertidas pero, lamentablemente, estirar demasiado las sagas es otro tópico del slasher. Hatchet 2 sigue siendo divertida, en algunos momento, con unas cuantas muertes realmente cafres pero no añade nada nuevo que no estuviera en la primera película, con lo que deja la sensación de ser bastante más floja, con demasiada cháchara, menos muertes y menos humor.

Octava Muestra SyFy

Tras disfrutar de unas cuantas películas durante este fin de semana ha llegado el momento de comentar, aunque sea de forma superficial, esta octava edición de la Muestra SyFy. No vi todas las películas, me perdí Destino oculto el jueves y El último exorcismo el domingo.

Cherry Tree Lane

Cherry Tree Lane

El viernes fue una jornada agridulce. Cherry Tree Lane fue un comienzo un tanto flojo. En esta película vemos cómo un grupo de delincuentes barriobajeros secuestra en su propia casa a una pareja, esperando a que llegue su hijo para darle un escarmiento. Peca de ser demasiado contenida y juega a crear un ambiente tenso pero también digerible por todos los públicos. Un tratamiento visual basado en primerísimos planos que mantienen toda la violencia de la película alejada de la pantalla. Muy poca acción y escenas sostenidas completamente sobre los hombros de los actores, lo que da un resultado un tanto irregular, con personajes muy logrados y otros apenas definidos con tópicos.

13 Assassins
13 Assassins

Después vendría 13 Assassins, la incursión de Takashi Miike en el chanbara. Como es habitual en muchas producciones japonesas de este género, el primer tramo de la película sirve para mostrar el complejo entramado de lealtades, servilismos y traiciones entre los distintos guerreros y clanes implicados. Una vez superada esta primera fase, un tanto lenta y reiterativa, la película pasa directamente a la acción, con una brutal batalla en un pueblo convertido en ratonera por los asesinos del título. Si bien no se puede ver mucho del estilo de Miike en el primer tramo de película, en esta batalla final se nota su afición por el exceso y la desmesura, con, literalmente, centenares de muertes. Samurais, ríos de sangre, acción a raudales y ese humor tan propio de las películas de acción («¡Sólo quedan 130!«) hacen que la película merezca la pena, a pesar de un comienzo demasiado lento.

Salvage
Salvage

Con el cine abarrotado de gente deseosa de ver Tucker & Dale Vs. Evil llegó el gran chasco del día: por problemas técnicos no se podría ver esa película y en su lugar proyectaron Salvages. No sabría decir al género al que quiere pertenecer esta cinta, y apostaría a que sus creadores tampoco, ya que va dando tumbos a medida que avanza la acción. Sin lugar a dudas, lo mejor de esta sesión fueron los audiocomentarios del público y unos cuantos momentos divertidos gracias a los subtítulos portugueses integrados en la película. Aunque el resultado final sea bastante pobre, hay que destacar lo bien aprovechado que debe estar el presupuesto de la película, siempre hay que celebrar esa economía de medios que hace de la necesidad virtud.

Shadow

Shadow

Tenía ganas de ver Shadow, la última película del viernes. Quizá fuesen estas expectativas pero no salí totalmente satisfecho del cine. Uno de los principales problemas es que también aquí se juega a visitar distintos géneros, lo que da una película híbrida, que no brilla en ninguna de sus partes. Una buena parte inicial, con los dos protagonistas huyendo de la persecución de dos paletos furiosos da demasiado pronto un giro que no me termina de convencer, con una segunda parte más ramplona, aunque tiene unos cuantos momentos realmente sórdidos. Por no hablar de la manera en que se cierra la película, y, ojo, que a continuación voy a destripar todo el argumento, en los minutos finales vuelve a dar un giro que deshace completamente lo planteado hasta entonces, con una explicación y una secuencia final muy deudora de La escalera de Jacob.

Hatchet

Hatchet

Hatchet

Como comenté en la anterior entrada sobre la Muestra SyFy, uno de los platos fuertes de la programación es Hatchet 2. Así que, para calentar motores, nada mejor que hacer un repaso de la primera entrega de esta peculiar saga.

Hatchet está a medio camino entre el terror y el humor. Como dice en este póster, es puro terror estadounidense, de la vieja escuela. Pero esto tampoco es verdad. Por que es tanto un slasher como una parodia del género, en la que se identifican buena parte de los recursos más habituales y se llevan al exceso, haciendo un guiño al espectador veterano.

El planteamiento de la película es todo un tópico, con un grupo de desvalidos  (y estúpidos) habitantes de ciudad perdidos en un entorno rural hostil, en este caso, los pantanos que rodean Nueva Orleans. Por supuesto, también hay una leyenda sobre una aparición con una historia sórdida detrás y ganas de venganza. Hatchet no tarda mucho en poner todas sus cartas sobre la mesa y, a partir de ese momento, comienza la diversión y las muertes se suceden a un ritmo frenético, a cada cual más bestia, más sangrienta y más excesiva.

En Hatchet se vierten auténticos ríos de sangre pero, a través del exceso, la violencia funciona como un recurso para reírse con los referentes del género de terror. Antes he mencionado al espectador habituado a los mecanismos del slasher, y es que la película está dirigida a los que conocen bien el género, pero cualquier espectador con ganas de divertirse pasará un buen rato con ella. Al fin y al cabo, hay tetas, personajes haciendo el ridículo, miembros cercenados y sangre a raudales.

Muestra SyFy

8 Muestra Syfy

8 Muestra Syfy

Un año más llega a las pantallas del cine Palafox la Muestra SyFy de Cine Fantástico, un pequeño festival que nos permite ver unas cuantas películas que, por normal general, no suelen frecuentar las carteleras de nuestro país.

Esta octava edición de la Muestra da comienzo mañana mismo, jueves, con la proyección de Destino oculto, un thriller protagonizado por Matt Damon, que podremos ver próximamente en cines. Para mí, lo más interesante empieza el viernes. A las 6 de la tarde se podrá ver Cherry Tree Lane, la nueva película de Paul Andrew Williams, director de la divertida The Cottage, que también pasó por el cine Palafox hace un par de años. A continuación, Thirteen Assasins, en la que Takashi Miike se pasa al género de los samurai, y después Tucker & Dale vs Evil, otro prometedor cruce entre terror y comedia. Y para cerrar la sesión del viernes, Shadow, una interesante propuesta del músico italiano Federico Zampaglione que rueda una película de terror con un aspecto bastante clásico.

El sábado comienza fuerte con I Saw the Devil, del coreano Kim Ji-woon, una historia de asesino psicópata contada desde una perspectiva particular. Después, doble sesión de terror europeo con la francesa Caged y Giallo, homenaje al género italiano por antonomasia (con permiso del spaghetti western). El plato fuerte viene con Hatchet 2, secuela de uno de los slasher más divertidos que he podido ver últimamente. Espero que sepa mantener el tono de su primera parte y sea una secuela a la altura.

Por si esto no fuera poco, a medianoche da comienzo una nueva edición del Trash entre amigos, con personajazos como Vigalondo, Minchinela o el Sr. Ausente comentando un subproducto como Dinocroc vs Supergator.

Para terminar, el domingo otra sesión doble de terror asiático con Thirst, una curiosa historia de vampiros de Park Chan-wook y Dream Home un slasher sobre la especulación urbanística de Pang Ho-cheung. Para cerrar el festival, podremos ver El último exorcismo, otro falso documental.


Enlace: La programación del festival.

The Mechanic

Tras sufrir una larga (bueno, quizá no tanto) espera, por fin llega a nuestras pantallas la nueva película de Jason Statham, santo patrón de este blog, y modelo de conducta para toda persona de bien. Tras el estreno de Los mercenarios el verano pasado parece que este fin de semana podremos ver su próxima película, The Mechanic, un remake del thriller homónimo de 1972, titulado en España Friamente, sin motivos personales. La verdad es que me intriga ver cómo la han reinterpretado para adoptarla a tiempos modernos.

The Mechanic
The Mechanic

La película de 1972 está protagonizada por Charles Bronson, que se aleja de su icónico papel de vigilante. Eso sí, sigue siendo un tipo duro, un asesino a sueldo muy particular, lo que la mafia conoce como un mecánico: alguien que hace que sus asesinatos, por muy tópico que suene, parezcan un accidente. El desarrollo de la película se adapta como un guante a la manera de actuar de Bronson, económico en gestos y parco en palabras y se sigue al pie de la letra la máxima de mostrar y no contar, desde el primer momento. Durante los primeros diez o quince minutos de película no escuchamos ni una palabra mientras vemos cómo Bronson planea uno de sus golpe, de forma minuciosa. Durante esta primera escena se nos presenta de manera perfecta el personaje de Bronson, con una auténtica lección de cine.

Tras una de sus misiones Bronson conoce a un joven que quiere seguir sus pasos como mecánico. A partir de este momento la película toma un matiz existencialisa, en la evolución de Bronson. Un hombre frío, totalmente desapegado del mundo para el que este aprendiz es una oportunidad para replantearse no sólo su estilo de vida si no las razones más profundas tras esa forma de vida. Pero este cambio tendrá consecuencias para Bronson, ya que a sus jefes mafiosos no les sienta nada bien que haya fichado a un ayudante sin consultarles. Sin haber visto la versión de Statham no quiero adelantar más el argumento de la película.

De todas formas, esta versión de 1972 resulta muy interesante por sí misma. Ya sea por esa escena inicial, comentada más arriba, por las escenas en las que vemos a Bronson y su aprendiz hacer su trabajo, bien planteadas y rodadas con sobriedad o por la evolución del personaje de Bronson, hasta llegar al ambiguo final. Por no hablar de una elegante banda sonora de Jerry Fielding, colaborador habitual de Sam Peckinpah o Clint Eastwood. Ahora bien, tengo que poner una pega a esta película y es su diseño de producción, centrado en cierto modo de vida lujoso puramente setentero que se ha quedado totalmente obsoleto.